La gratitud es un proceso interior. Es una actitud de agradecimiento que se mantiene incluso cuando las cosas no aparecen en la forma que nos gustaría. Rumi escribió: «No te lamentes por lo que no llega. Algunas de las cosas que no suceden evitan que ocurran desastres». La gratitud es una forma de enfrentarse al mundo con amor, sin prejuicios. Los tres obstáculos más habituales a una actitud de gratitud tienen origen en los procesos mentales. Representan una forma de pensar que impide que se manifieste la gratitud.
1. Encontrar defectos. Sin duda habrás escuchado la expresión «encontrar defectos». Pero, dentro de ese mismo contexto, raras veces encontramos la frase «encontrar amor». La gran mayoría de nosotros ponemos mucho más énfasis en encontrar defectos que en encontrar amor.
Siempre tenemos la alternativa de buscar defectos o encontrar amor. El que se dedica a lo primero, se centra en lo que anda mal y en lo que falta.
Encontrar defectos no es algo que suceda debido a lo que observas en tu mundo. Es el observador que hay en ti el que elige un punto de vista crítico.
2. Quejarse. El que se queja siempre se siente estafado y, en consecuencia, siente envidia y amargura hacia quienes parecen haber sido bendecidos con lo que a él le falta. El que se queja se siente aislado y separado de la bondad y el gozo. El que se queja está lleno de ingratitud.
El ego te instiga constantemente para que necesites y desees más y te dice que quejarse ayuda. El problema es que el ego nunca se siente satisfecho. No importa lo mucho que lo alimentes, siempre te planteará una nueva lista de demandas casi inmediatamente después de haber visto satisfechas las anteriores.
3. Dar por sentado lo que se tiene. Dar por sentadas las cosas y las personas que hay en tu vida te priva de la alegría que podrías experimentar si te sintieras agradecido. Dar las cosas por sentado significa pasar por la vida sin percibir la multitud de dones que hay, en todos y cada uno de sus momentos.
Piensa en las actividades y experiencias que te perderías si, de repente, desaparecieran, y cultiva una conciencia que no dé la vida por sentado. Jugar a la pelota con un niño, contemplar la forma de las nubes a primeras horas de la mañana, escuchar los sonidos de las estaciones, darle las buenas noches a un ser querido..., todas y cada una de las experiencias de la vida son una oportunidad para experimentar gratitud o su opuesto, una sensación de aburrimiento. Eso es siempre una decisión que tomas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario