El daño que las redes inalámbricas pueden hacer sobre la salud, es un tema tabú en la sociedad actual. Muchos prefieren obviarlo.
Lo cierto es que en Europa se ha transformado en el último tiempo en un tema deagenda de los gobiernos, pues están comenzando a presentar proyectos de leyes para regular las horas que las personas pasan expuestos al wifi, en los establecimientos públicos.
No se sabe a ciencia cierta qué daños puede producir a la salud, pero muchos profesionales están alertando sobre su uso a largo plazo, pues las señales de wifi generan radiación. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Washington, el 50% de los estudios realizados, indican que las redes inalámbricas son perjudiciales para la salud, con su uso a largo plazo.
Por otro lado, es importante tener presente que es muy sabido, que todo aquello que es magnetismo artificial (creado por el hombre), genera, con el tiempo desequilibrios en la energía del cuerpo.
Muchos de nosotros no podemos prescindir del uso de redes inalámbricas, por cuestiones laborales o porque permite el uso de varios ordenadores en el hogar.
No debemos entrar en pánico ni ser alarmista al respecto. ¿Entonces Qué hacer?
Aquí algunos consejos:
Tenerlo lejos. Aprovecha la tecnología sin hilos, pon el router alejado de tu lugar habitual de trabajo o emplea alargadores USB.
Cuida tus partes. Si usas un portátil, utilízalo sobre una mesa y no colocándotelo entre las piernas.
Cuida a tus niños. No lo tengas en las habitaciones de los peques; pues su sistema inmunológico está aún sin formar.
Desconecta. Trata también de reducir el uso del WiFi en casa, no es difícil. Aprende a conectarlo y desconectarlo, utilízalo sólo cuando lo necesites. Apagarlo por la noche, mientras dormimos, nos quitará el mayor número de radiaciones.
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