La soledad es una buena aliada.
Es común que la soledad sea identificada como algo negativo y perjudicial. Habitualmente, esta se asocia con la tristeza y la desesperación.
Sin embargo, la soledad tiene una cara positiva y necesaria que muchas veces pasa desapercibida, oculta por la sombra negativa del concepto fatídico de soledad. Por ejemplo, nos ayuda a aprender a convivir con uno mismo, a disfrutar de la única compañía del yo.
Es un ejercicio muy importante para conocerse como persona que nos aportará fortaleza, autoestima y que nos enseñará a respetarnos a nosotros mismos. Pero cuidado. Sepamos USAR LA SOLEDAD. NO seamos USADOS por ella.
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