Podemos frenar el proceso de envejecimiento
Ser consciente del cuerpo interno tiene otros beneficios en el mundo físico.
Uno de ellos es que se frena significativa mente el proceso de envejecimiento del cuerpo.
Mientras que habitualmente el cuerpo físico parece envejecer y marchitarse con bastante rapidez, el cuerpo interno no cambia con el tiempo, aunque puedes llegar a sentirlo más nitidamente y convertirte más plenamente en él.
A los veinte años de edad sientes el campo energético del cuerpo interno como cuando tienes ochenta: está igual de vibrante y de vivo. En cuanto cambie tu estado habitual y pases de estar fuera del cuerpo y atrapado en la mente a estar en el cuerpo y presente en el ahora, tu cuerpo físico te parecerá más ligero, más diáfano y más vivo.
A medida que el cuerpo acumula conciencia, su estructura molecular pierde densidad. Un aumento de la conciencia implica una reducción de la ilusión de materialidad. Cuando te identificas más con el cuerpo interno intemporal que con el cuerpo externo, cuando la presencia se convierte en tu modalidad habitual de conciencia y el pasado y el futuro ya no dominan tu atención, dejas de acumular tiempo en tu psique y en las células de tu cuerpo.
La acumulación de tiempo en forma de cargas psicológicas del pasado y del futuro restringe enormemente la capacidad de autorrenovación de las células.
Por tanto, si habitas el cuerpo interno, el cuerpo externo envejecerá a un ritmo mucho más lento, y aunque lo haga, tu esencia intemporal brillará a través de la forma externa y no tendrás la apariencia de una persona mayor.
¿Existe alguna prueba científica de lo que dices?
Practícalo y tú mismo serás la prueba.
E.Tolle
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