La mayoría de los que dicen «hay que ser realista» tienen miedo. Debido a desilusiones y a sus propios fracasos pasados, tienen miedo de una nueva decepción. Las certezas limitadoras que han desarrollado a modo de protección les hacen dudar, evitar los riesgos y negarse a entregarse a fondo. En consecuencia, los resultados que consiguen son limitados.
Los grandes líderes raras veces son 'realistas' según los criterios de los demás. Son, no obstante, inteligentes y precisos. Mahatma Gandhi creía poder ganar la independencia de la India con una oposición pacífica y no violenta al imperio británico, algo que jamás se había hecho en el pasado. No estaba siendo realista pero, desde luego, demostró estar en lo cierto.¿Qué certezas supuestamente realistas deberías descartar? ¿Qué perspectivas nuevas, entusiastas, no realistas pero enteramente posibles podrías asumir?
Si has de equivocarte, mejor que sea sobrestimando tus capacidades. ¿Por qué? Tu éxito podría depender de ello. Una de las diferencias entre pesimistas y optimistas radica en que, después de intentar aprender algo nuevo, los pesimistas suelen ser más precisos a la hora de evaluarse a sí mismos mientras que los optimistas tienden a sobrestimar su actuación.
En consecuencia, los pesimistas desisten porque no ven una razón inteligente por la que proseguir un esfuerzo infructuoso. Las impresiones positivas de los optimistas, sin embargo, les proporcionan el apoyo emocional y el impulso necesarios para perseverar y, en su momento, alcanzar el éxito. De este modo, sus evaluaciones no realistas se convierten en reflejo de una posibilidad real.Recuerda: el pasado no es igual al futuro. ¿Qué primer paso podrías dar hacia la realización de un sueño que hasta ahora creías inalcanzable?
No hay comentarios:
Publicar un comentario