La felicidad sólo depende de nosotros, más allá de todo lo material que muchas veces nos gratifica pero que solo logra esa alegria transitoria sobre lo adquirido...
Estamos viviendo momentos cargados de incertidumbre, de miedos, de temor.Estamos dudando a diario sobre el verdadero significado de la vida, estamos dejando de creer...
Si observamos al hombre nos encontramos con un ser que sólo busca su satisfacción personal a través de la obtención de logros y objetivos que en la mayoría de los casos estan ligados con lo material, con el dinero y pocas veces nos encontramos descubriendo a un hombre preocupado por ser mejor persona, o tratando de ser feliz con las cosas cotidianas, las de todos los días.
En este ir y venir, en este mundo plagado de ambiciones las palabras honestidad, solidaridad, amor y bien parecen estar un poco olvidadas y no reparamos en que ellas son las puertas que al abrirlas nos conducen a una vida mejor.
Los grandes proyectos necesitan de la fusión del bien, de la honestidad, de la solidaridad y por sobre todo del amor al prójimo para ser exitosos.
Debemos creer en la vida más allá de todo lo que suceda, y por sobre todo dar un mensaje claro a nuestros hijos para que ellos descubran el verdadero camino hacia la felicidad.
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