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Comienza con lo que tienes


Tú ya tienes todo lo que necesitas para comenzar a crear tu futuro.
Sin embargo, a veces te encuentras diciendo:
Si tan sólo tuviera esto, si al menos esto
fuera distinto, si tuviera más dinero.

No exageres la importancia de las cosas que no tienes.
Empieza con lo que tienes.
No con lo que te hace falta.
No permitas que aquello que no puedes hacer,
te impida hacer lo que sí puedes.
La pasividad prolongada paraliza la iniciativa.
Para la mente que vacila, todo parece imposible.

No esperes que existan circunstancias
extraordinarias para hacer el bien, hazlo en las situaciones comunes.
No necesitas más energía, habilidad ni mayores oportunidades.
Lo que debes hacer es sacarle provecho a lo que ya tienes.

El encanto de lo distante y lo difícil es engañoso.
"La gran oportunidad se encuentra donde está'',dijo John Burroughs.
Lo que puedes hacer ahora es la única
influencia que tienes sobre tu futuro.

La grandeza verdadera consiste en demostrar
excelencia en las pequeñas cosas
No te quejes porque no tienes lo que quieres.
Agradece no recibir lo que mereces.

No serás feliz hasta que no aprendas a sacarle
provecho a lo que ya tienes.
No te preocupes por lo que no tienes.
La alegría nunca vendrá a quienes no
saben apreciar lo que ya poseen.

La mayoría de las personas cometen el error
de buscar muy lejos aquello que está cerca.
Nunca alcanzarás mayores logros,
a menos que te lances antes de estar listo.

Nadie logró el éxito mientras esperaba
que todas las condiciones fueran 'ideales'.
El que al viento observa, no sembrará;
y el que mira a las nubes, no segará.
Esto significa que si esperas a que se den
las condiciones perfectas, nunca llegarás a nada.

No pierdas el tiempo con dudas
y temores acerca de lo que no tienes.
Dedícate de lleno a terminar la tarea
que tienes en tus manos,
sabiendo que el correcto desenvolvimiento en las situaciones
actuales, es la mejor preparación para tus años venideros.

Simplemente hazlo, con lo que tienes...

Que bello es vivir


Vivir, es vibrar cada instante,
ante la emoción de percibir la maravilla de la creación que nos rodea.

Vivir, es entender que cada minuto que transcurre
no volverá, es atraparlo intensamente, porque forma
parte del tiempo que sabemos que ha quedado en el ayer.

Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros, es vibrar
en la bondad y llevar a su máxima expresión nuestra capacidad de ser.

Vivir, es gozar los momentos bellos y desafiarse a si
mismo ante las adversidades.

Vivir, es aprender mas cada día, es evolucionar y
cambiar para hacer de nosotros un ser mejor que
ayer, un ser que justifica su existir.

Vivir, es amar intensamente a través de una caricia,
es escuchar en silencio la palabra del ser amado,
es perdonar sin replica una ofensa, es aspirar
la presencia del otro, es besar con pasión a quien nos ama.

Vivir, es contemplar apaciblemente la alegría de un niño,
escuchar al adolescente aceptando sus inquietudes sin protestar,
acompañar con gratitud la ancianidad en su soledad.

Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y
aunque se tengan mil argumentos para contradecirlo
o justificarlo, finalmente solo escucharlo, es tener la
capacidad de regocijarme ante sus triunfos y realización.

Vivir es sentir que nuestro existir no fue vano y en la
medida en que nos atrevamos a dar lo mejor de nosotros
en cada momento, logremos manifestar la grandeza de
nuestra alma para amar.

Vivir es vibrar y sentir, es amar
y gozar, es observar y superarse.

La paz empieza contigo


Si deseo vivir en un mundo de paz, entonces
debo asegurarme de ser una persona pacífica.
Sea cual sea el comportamiento de los demás,
yo estoy en paz en mi corazón.
Declaro la paz en medio del caos y la locura.
Rodeo de paz y amor todas las situaciones difíciles.
Envío pensamientos de paz a todas partes
del mundo donde hay problemas.
Si deseo que el mundo mejore, es necesario
que cambie mi forma de verlo.
Me dispongo a ver la vida de una manera muy positiva.
Sé que la paz comienza con mis propios pensamientos.

Cuando tengo pensamientos pacíficos,
me conecto con personas de mentalidad pacífica,
y juntos contribuimos a traer paz y abundancia a nuestro mundo...

Compartir las semillas de tu caminar


Un hombre tenía un sembrado de flores bellísimas. Cada día, de su cultivo salían centenares de paquetes para vender a la ciudad con las flores más bellas y fragantes que nadie pudiera conocer. Este hombre, cada año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad y como era de esperarse, era la admiración de todos en la región.
Un día, se acercó a él un periodista de un importante medio de comunicación para preguntarle el secreto de su éxito, y el hombre contestó:- Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos, para que ellos también las siembren.

¿Cómo? -dijo el periodista- pero eso es una locura-. ¿Por qué comparte su mejor semilla con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año? ¿Acaso no teme que sus vecinos se hagan famosos como usted y le quiten su importancia?

Verá usted señor, dijo el floricultor... - El viento lleva el polen de las flores de un sembrado a otro. Si mis vecinos cultivaran un semilla de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad de mis flores.

Si deseo cultivar las mejores y más bellas flores, debo ayudar a que mi vecino también lo haga.Lo mismo ocurre con otras situaciones de nuestra vida. Quienes quieren lograr el éxito, deben ayudar a que sus vecinos también tengan éxito.

Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se haya unido al bienestar de todos los demás....

Es necesario compartir nuestras mejores semillas de cualidades y virtudes para obtener una excelente cosecha que se verá reflejada en una mejor sociedad.

Miedo a la Crítica

¿Miedo a la crítica?
Anótelo: en la mayoría de las personas
este miedo se ubica entre los de primer rango.

¿Por qué?

Porque, instintivamente, como animales gregarios
que somos, sentirnos criticados nos hace
tener miedo de ser excluidos de la manada.
Y, en el reino animal esto significa
quedar más expuesto a los depredadores,
deambular sin territorio (sin agua ni comida),
perder posibilidades de apareamiento...

Cuando uno teme a la crítica, entonces,
en principio reacciona desde lo más primal
que rige nuestra conducta. Así, por largo tiempo,
mientras adultece, el animal humano
va tratando de adaptarse a los parámetros
del sistema (aunque más no sea agrupándose
con quienes se oponen al sistema!).

Fracciona su identidad, escondiendo partes
de sí para no ser exhonerado, rechazado,
excluido... criticado.
Pero en algunas personas existe una
fuerza peculiar que les lleva,
-o bien desde siempre, o bien promediando
la mitad de la vida-,
a, de todos modos, tomar el riesgo de
ser diferentes, aunque esto signifique
quedar expuestos a la crítica.

Hablamos aquí de quienes han decidido
convertir su propia vida en un peregrinaje.
Sí: los antiguos le llamaban "Camino"
al proceso de consolidar la propia identidad
desde lo más esencial de sí
(o sea, más allá de los condicionamientos
del entorno).

Y el problema es que si alguien
se convierte en un verdadero individuo, será,
por definición, diferente, porque en
la periferia todos estamos formateados
por el sistema imperante, pero en lo más
profundo NO:
allí cada uno de nosotros es esencialmente único
(una modesta nota peculiar
en la Gran Partitura de la Creación).
Hay quienes al ver al que Camina
se sienten propulsados a caminar también.
Pero hay quienes apedrearán al "raro",
también instintivamente, como si tuviera
una peste que pudiera "contagiar a la manada".

De modo que es bueno saberlo: cualquiera que
haya decidido apostar sus días a Caminar,
necesita estar preparado para las críticas.
Algunas le servirán de espejo:
es inteligente escucharlas.
Otras serán una buena prueba para medir
cuán comprometido se está con el Camino
como para no dejarse desviar por ellas.

Justamente, las críticas de quienes están
inmersos en la locura del sistema serán
un buen indicio de aquello que se adjudica
erróneamente al Quijote: "Ladran, Sancho.
Señal de que cabalgamos...".

Un Observar Diferente


La mente funciona mecánicamente desde la memoria; sin memoria no es posible la existencia dentro de lo que consideramos una vida “normal”. Todo nuestro mundo de relación depende de la experiencia que se transforma en conocimiento registrado en forma de memoria.
Puede la mente actuar desde la memoria solamente en aquellos casos que es necesario, como: acumular conocimiento al estudiar una carrera profesional, reconocer las personas con las que interactuamos, conocer las calles y direcciones de nuestra ciudad, etc.
Sin embargo, en el cotidiano vivir ¿Podemos no registrar aquellos eventos que nos causen heridas psicológicas o resentimientos como un insulto o un desaire? No es fácil no registrar ya que nuestro cerebro esta condicionado o programado para hacerlo.
Desde pequeños se nos educa para crearnos una imagen, imagen que poco a poco formamos y dependemos de ella al extremo que podemos derramar sangre en su defensa. Creemos que esa imagen nos brinda la seguridad que siempre estamos buscando ya sea en forma de respetabilidad, honorabilidad, aceptación social, prestigio académico o político, etc.
Pero la imagen en sí misma lleva el ingrediente de miedo; miedo a no ser reconocido o aceptado, miedo a la critica o miedo a ser expulsado. En la medida que esa imagen toma forma perdemos la inocencia de una mente sana, fresca y expuesta a la indefensión ante la vida.

Nuestras mentes están cargadas de innumerables imágenes, siempre que reconocemos algo lo capturamos automáticamente a través de una imagen y al volverlo a ver lo miramos a través de esa imagen. Imágenes que se han originado de situaciones o experiencias placenteras y otras no tan placenteras, resentimientos, agravios, criticas, ansiedades y demás. Todo esto da origen a los prejuicios y a la desconfianza o en su defecto también a la confianza.

Entonces podemos ver un árbol sin pensar en su nombre con que se le conoce y sin discurrir con el conocimiento botánico que podamos tener de el; veamos un roble sin que la mente evoque su nombre o diga que frondoso esta, veamos la luna llena en el cielo claro sin pensar que “hermosa es o que brillante esta” sólo el acto de ver.

La imagen es la palabra o el símbolo que condiciona nuestro cerebro a pensar de una forma particular, sin la palabra el cerebro no sabe que hacer, obviamente el fundamento del conocimiento es la palabra, siendo esta la diferencia que existe entre el humano y el resto de los animales.

¿Podrá el cerebro que es un órgano que todo el tiempo se mantiene activo desacelerarse y dejar de pensar y solamente quedarse con las funciones bioquímicas y nerviosas que mantienen vivo el cuerpo? Es como cuando vemos un abanico que gira a gran velocidad no podemos ver sus aspas; sin embargo, si reducimos su velocidad poco a poco iremos viendo una a una sus aspas. La atención sin ninguna dirección y propósito es elemental para reducir esa velocidad en la generación de imágenes y pensamientos.

Alas de Esperanza

¿Cuántas veces nos sentimos sin alas para volar?.

Es como que algo tiró fuerte de ellas y sentimos como que se desprendieron de nuestro cuerpo y miramos y no las encontramos. Las teníamos y en ese volar caímos en pantanos y agitados por salir se lastimaron, se ensuciaron y el barro hizo que su peso sea mayor que el de nuestro cuerpo y nos costó volar.

Nos quedamos muchas veces en el suelo esperando que se alivianen para seguir pero el barro a medida que se secaba las endurecía aún más.Y allí estamos hoy...Con alas endurecidas y sin poder volar o sin alas.

¿Qué nos pasó?¿Por qué lugares volamos que nos quedamos sin fuerzas, sin ganas, sin esperanzas?

Alas... Nos hace falta tener nuevamente nuestras alas abiertas. Nos hace falta sentir que vale la pena seguir.
¿Sentimos temor por el futuro?¿Estamos todavía tratando de salir de ese pantano?¿Estamos agotados?¿ Equivocamos el camino y estamos perdidos en la oscuridad?¿Deseamos que la vida ponga su punto final ahora?¿Por qué?

El dolor puede ser enorme,la tristeza profunda,lo sucedido inolvidable, y si todo cambia?¿Y si de pronto nos encontramos ayudando a otros a salir del pantano? No hay ningún pájaro que haya volado toda su vida sobre un oasis o sobre un manantial.

Todos sienten en un momento deseos de no seguir.Todos se enfrentan a grandes tormentas, a fuertes vientos que sacuden su vida entera.Todos alguna vez se sienten ahogados por haber caído en tierras pantanosas.

Pero sin embargo sacuden sus alas, aún hasta en sus últimos minutos, con la esperanza de seguir y sobre todo de volver a volar.
Extendamos nosotros también nuestras alas. Tengamos esperanza, apostemos por la vida, miremos el horizonte y solo giremos la cabeza para decir adiós a todo aquello que nos hizo perder nuestras ganas de seguir volando hacia el infinito.

Si pudiéramos


Si pudiéramos no sacrificar nuestros propios espacios, que no son sino la magia del espacio compartido.
Si pudiéramos no intentar cambiar aquellas cosas, que fueron las que hicieron que nos acercáramos.
Si pudiéramos dejar de controlar lo que “nos amenaza”, en pos de falsos “ajustes”…

Si pudiéramos no desdibujar lo más rico que vive en nosotros, para vivir con otro.
Si para vivir con otro, no hubiera que desdibujar lo más rico que vive en él…
Si pudiéramos comprendernos desde la piel, sin dejar de ser piel…
Si pudiéramos dejarnos brillar, sin hacernos sombra…
Si pudiera ser YO, simplemente queriendo estar contigo.
Si pudieras ser TÚ, queriendo estar conmigo.
Si supiéramos aceptar el desafío de amarnos y respetarnos libremente…
tal vez…
…sería hermoso vivir en pareja

Si Cambiara...


Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería.
Si yo encontrara lo positivo en todos, ¡con qué alegría me comunicaría con ellos!.
Si yo cambiara mi manera de actuar hacia los demás, los haría felices.

Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos.Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, sería feliz.

Si yo criticara menos y amara más, ¡cuántos amigos ganaría!
Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, sería humilde.

Si al comprender plenamente mis errores y defectos, tratara de cambiarlos, ¡cuánto mejoraría mi hogar y mis ambientes!
Si yo cambiara de ser "yo" a ser "nosotros", comenzaría la Civilización del Amor.

Si yo cambiara los ídolos de poder, dinero, sexo, definitivamente por Dios, comenzaría a vivir la verdadera felicidad.

Si yo amara al mundo, lo cambiaría. Cambiando yo...Cambiando yo, cambiaría al Mundo.

Rudyard Kipling

Debes verte primero a ti mismo como estimable para luego ver al otro como tal...



Esta es la divina dicotomía. Este es el círculo perfecto. Así, no constituye una enseñanza tan radical afirmar: “Bienaventurados los que se centran en Sí mismos, porque ellos conocerán a Dios”. Puede que no sea un mal objetivo en tu vida conocer la parte más elevada de Ti mismo, y permanecer centrado en ella.

Tu primera relación, pues, debe ser contigo mismo. Debes aprender primero a honrarte, cuidarte y amarte a Ti mismo. Debes verte primero a Ti mismo como estimable para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como bienaventurado para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer la santidad en el otro.

Céntrate ahora y siempre en Ti mismo. Preocúpate de observar lo que tú eres, haces y tienes en un momento dado, y no cómo les va a los demás.
Hay una serie de cosas que puedes hacer cuando reaccionas con dolor ante lo que la otra persona es, dice o hace. La primera es admitir con franqueza lo que sientes exactamente, tanto a ti mismo como a la otra persona. Muchos de nosotros tenemos miedo de hacer esto, pues pensmos que va a “quedar mal”. Sólo hay una cosa que puedes hacer al respecto. Debes honrar tus sentimientos, puesto que honrar tus sentimientos significa honrarte a Ti mismo. Y debes amar a tu prójimo como a ti mismo. ¿Cómo puedes aspirar a entender y honrar los sentimientos de otra persona si no puedes honrar los que albergas en tu interior?

La primera pregunta en cualquier proceso de interacción con otra persona es: ¿Quién Soy, y Quién Quiero Ser, en relación con ello?.

Si nuestro primer sentimiento es negativo, el hecho de tener dicho sentimiento a menudo es suficiente para desecharlo ya que “no forma parte de Quienes Quieres Ser”.

Supondré, a efectos de nuestro análisis, que de momento estás en la obra del alma. Estás todavía tratando de realizar (de hacer “real”) Quien Realmente Eres. La vida (Yo) te dará abundantes oportunidades para crearlo (recuerda que la vida no es un proceso de descubrimiento, sino un proceso de creación).

Puedes crear a Quién Realmente Eres una y otra vez. En realidad, lo estás haciendo; cada día. Sin embargo, actualmente no siempre responderás de la misma manera. Frente a una experiencia externa idéntica, puede que un día decidas ser paciente, amable y cariñoso en relación a ella; y otro día puede que decidas enfadarte, ser desagradable y estar triste.
El Maestro es aquel que siempre responde de la misma manera; y esa manera es siempre la opción más elevada.