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Imagínate


Imaginate...Imagínate que pudieses alejarte de ti mismo unos cuatro o cinco pasos, suficientemente lejos como para estar completamente separado de ti mismo pero suficientemente cerca como para poder observar cada detalle.


¿Qué verías?¿Qué impresión te llevarías de ti mismo?¿Te agradaría lo que verías?¿Qué consejo ansiarías darte?

Ahora mismo:Por un momento, mírate a ti mismo como mirarías a otra persona, con una dosis de objetividad y neutralidad.

Considera cómo se perciben desde afuera tus acciones y prioridades. Observa lo que haces con los momentos preciosos que conforman cada día. No sólo encontrarás oportunidades de mejora.
También descubrirás enormes e increíbles posibilidades.Te ayudará a tener una nueva y valiosa perspectiva de ti mismo.Tú ya sabes como es visto desde el interior.
Trata de descubrir cómo es visto desde afuera hacia adentro.

Verás el mundo de una manera nueva y positiva.

La vida empieza a tener sentido


La vida empieza a tener sentido cuando ayudas a otro a ponerse de pie y a andar. Cuando miras al cielo y ves las estrellas que dominan el firmamento, y comprendes que no estás solo, comprendes que la vida es mucho más que el simple palpitar de tu corazón.


La vida tiene sentido cuando andas, cuando evolucionas, y no dejas tras de ti amargura. Cuando tras de ti has dejado amigos y hermanos, cuando has dejado un grato recuerdo en todo aquel que te ha conocido, es cuando la vida tiene sentido.
Si tras de ti has dejado odio, ésas serán las raíces que darán en el futuro frutos amargos; si la planta que crece tiene raíces de amor, los frutos serán dulces y serán tu alimento en el andar de cada día.

No pronuncies la palabra imposible!, porque todo es posible dentro de ti si vas dirigido positivamente, si vas dirigido negativamente, poco a poco te irás hundiendo; conseguirás tal vez logros parciales, inmediatos, pero te estarás hundiendo. Si vas positivamente, quizás los logros sean más a largo plazo, pero te estarás elevando.

Habla mirando a los ojos, transmite tu fuerza en tu mirada. Si quieres saber cómo es Dios, mira volar un ave, mira crecer una flor, mira a los astros moverse, y verás que en ellos se expresa la perfección.


Busca tu gloria, en la gloria de los demás, y los demás buscarán su gloria en ti. Si hablas a los demás, que tu palabra sea limpia; pero no hables con orgullo, porque hacerlo es hablar con falsedad.

Usa todo lo que la naturaleza pone a tu alcance. No malgastes tu tiempo. Tienes poco tiempo; justo el que estás disfrutando ahora. Trata de conocerte. No te mal utilices. Busca dentro de ti la solución a tus problemas.

Sigamos creciendo!Sigamos evolucionando!

Las personas especiales



Las personas especiales son aquellas
que tienen la capacidad de compartir
su vida con los demás.

Son gente honesta,
tanto en las palabras como en los hechos;
son sinceros y compasivos,
y siempre se aseguran de que el amor
forme parte de todas las cosas.

Las personas especiales son aquellas
que tienen la capacidad de brindarse a los demás
y ayudarlos frente a los cambios
que enfrentan en la vida.

No temen mostrarse vulnerables;
creen en su singularidad
y están orgullosos de ser lo que son.

Las personas especiales son aquellas
que se permiten el placer
de acercarse a los demás
y preocuparse por su felicidad.

Las personas especiales, son las que
han llegado a comprender
que es EL AMOR lo que marca
toda la diferencia en la vida...

Vale la pena


Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.
Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo mas profundo, porque ya no puedo ir mas hacia abajo, de ahi en adelante todova a ser hacia arriba hasta que vea la luz.
Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lagrima son sinceras.
Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré mas fuerte de corazón.
Vale la pena una lagrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.
Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.
Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.
Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo mas. Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.


Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás.
Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Hagamos que nuestra vida valga la pena...

No debemos claudicar


Muchas mañanas,
al sonar el despertador,
siento como tú,
que no lo voy a lograr.
Que aunque mi mente alerta
dé la orden, mi alma y mi cuerpo
ya no querrán seguir...

¡Estoy tan cansado!
¡Sería más fácil decir no!...
Quedarme en la cama
un rato más, escaparme
a través de los sueños
y dejar que alguien
más decidiera la vida por mí...

Hay tantas personas que,
sencillamente, esperan que
las cosas sucedan,
o que ni se enteran
de que suceden,
que... ¿por qué insistir yo
en pertenecer al grupo
de los que hacen que
el mundo gire?

Pero afortunadamente,
cuando empiezo a flaquear,
como seguramente
te pasa a ti, surge desde
muy dentro de mí,
como un trueno,
el grito de mi alma que dice:

«¡Arriba! Hay que seguir,
no hemos llegado hasta aquí
para claudicar.
Allá afuera hay todavía
muchas montañas que escalar,
un mundo maravilloso
esperando que tú
lo descubras».


Y así, como tú,
emprendo de nuevo,
con renovado entusiasmo,
la increíble aventura
de vivir...

Despierta!


La iluminación es recuperar la conciencia del Ser y residir en ese estado de .

La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano, y al ego le gusta que sea así; pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser. Es un estado de conexión con algo inconmensurable e indestructible, con algo que es esencialmente tú, y sin embargo es mucho mayor que tú. Es encontrar tu verdadera naturaleza más allá del nombre y de la forma.

La incapacidad de sentir esta conexión crea la ilusión de que estás separado de ti mismo y del mundo que te rodea. Entonces te percibes, consciente o inconscientemente, como un fragmento aislado. Surge el miedo, y los conflictos internos y externos pasan a aser la norma.

El mayor obstáculo para experimentar la realidad de tu conexión es la identificación con la mente, que hace que el pensamiento se vuelva compulsivo. Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible, pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal. Este ruido mental incesante te impide encontrar el reino de quietud interior que es inseparable del Ser. También crea un falso yo fabricado por la mente, que lanza una sombra de miedo y sufrimiento.

La identificación con la mente produce una pantalla opaca de conceptos, etiquetas, imágenes, palabras, juicios y definiciones que bloquean toda verdadera relación. Esa pantalla se interpone entre tú y tú mismo, entre tú y tú prójimo, entre tú y la naturaleza, entre tú y Dios; crea la ilusión de separación, la ilusión de que tú y el estan totalmente separados. Entonces te olvidas del hecho esencial de que, debajo del nivel de las apariencias físicas y de las formas separadas, eres uno con todo lo que es.

La mente es un instrumento soberbio si se usa correctamente. Sin embargo, si se usa de forma inapropiada, se vuelve muy destructiva. Para decirlo con más precisión, no se trata de que usas la mente equivocadamente: por lo general no la usas en absoluto, sino ella te usa a ti. Ésa es la enfermedad. Crees que tú eres tu mente. Ése es el engaño. El instrumento se ha apoderado de ti.

Es como si estuvieras poseído sin saberlo y crees que la entidad posesora eres tú.
La libertad comienza cuando te das cuenta de que no eres la entidad posesora, el pensador. Saberlo te permite examinar la entidad. En el momento en que empiezas a observar al pensador, se activa un nivel de conciencia superior.

Entonces empiezas a darte cuenta de que hay un vasto reino de inteligencia más allá del pensamiento, y de que el pensamiento sólo es una pequeña parte de esa inteligencia.

También te das cuenta de que todas las cosas verdaderamente importantes - la belleza, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna - surgen de más allá de la mente.

Empiezas a despertar.
Eckhart Tolle